Jordania reserva otra experiencia insuperable: pasar la noche en el desierto de Wadi Rum, en una tienda de lujo y contemplar la puesta de sol y el amanecer entre las dunas blancas y rojas y las rocas de arenisca y granito rosa.
Wadi Rum está formado por una meseta de más de 400 km2, situada a 1600 mt sobre el nivel del mar y declarada área protegida en 1998.
Los beduinos , nómadas del desierto, gestionan los campamentos de lujo para pasar la noche. Entre las dunas aún quedan vías muertas del tren que atravesaba el desierto y unía Damasco con Medina y, por ende, evocan las historias vividas en la pelicula Lawrence de Arabia.